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Os presento a Zubi.
Tiene dos meses y ya lo ha pasado realmente mal. El pobre Zubi apareció en mitad de un puente, en la calzada, con los coches pasando a escasamente un palmo de su mini cuerpecillo. Por suerte Zubi estaba tan asustado que no hacía mas que maullar para que alguien reparase en él y lo recogiese. Así fue. Cuando Montse y yo fuimos a recogerlo se nos cayó el alma a los pies. Llevaba tal cantidad de suciedad que era realmente difícil saber el color del pelaje. De hecho, la mancha del morrito no la descubrimos hasta que no lo limpiamos a fondo. Estaba delgadísimo, al cogerlo parecía que se iba a romper. Antes de someterlo a la 'tortura' del baño, decidimos que se recuperase un poquito, que comiese bien y durmiese tranquilo unos días, y después ya lo bañaríamos. Llegado el gran día, Nuria y Montse le dieron un baño. Así serviría para ver qué carácter tenía el pitufo. Resulta que es un pedazo de pan. En cuanto lo cogieron, empezó a ronronear como un loco, no hizo mención de huir y se quedó tranquilito mientras las dos lo manipulaban. Increíble. Zubi es un macho, muy jovencito (dos meses) que como buen cachorro es movido, pero promete ser un gato realmente cariñoso. Si quieres más información o te quieres más fotos de Zubi, no dudes en contactar conmigo.
